Hace unas semanas realizamos una encuesta en LinkedIn en la que preguntábamos por la visión de nuestros seguidores para el 2022. El 93% nos respondieron que veían un panorama optimista, lleno de oportunidades. En este artículo aportamos nuestra visión de la construcción que viene e identificamos las principales tendencias.
También los principales informes económicos y sectoriales plantean un escenario optimista. Así, por ejemplo, los expertos de Euroconstruct prevén un fuerte crecimiento en nuestro país de la industria de la construcción para el próximo año (+3,6%) y un aumento del 1,5% para los dos siguientes.
No obstante, existen algunos elementos de preocupación que pueden enfriar las perspectivas, generalmente vienen del lado de la oferta. Lo que puede condicionar el panorama final que viviremos son:
- Los precios de las materias primas,
- La escasez de mano de obra cualificada
- Y la gestión que se realice de los programas de la UE de apoyo público para el impulso de las infraestructuras y la construcción sostenible.
Por lo tanto, se plantea un entorno lleno de oportunidades si lo contemplamos desde la demanda, a la vez que de importantes carencias estructurales si lo planteamos desde la oferta.
Aportamos nuestra visión de las principales tendencias que van a marcar la gestión de la industria de la construcción durante el próximo ejercicio.
Lo que viene en construcción: La eficiencia pasa a ser el punto de partida de los proyectos
La digitalización está obligando a las empresas de construcción a ser más ágiles y flexibles. La construcción modular (principalmente centrada en la proliferación de fachadas industrializadas) está poco a poco penetrando y genera una reducción de costes y una reducción de los plazos de la construcción. Supone un impacto para el conjunto del sector, también para la construcción tradicional que se ve arrastrada.
Paralelamente, los beneficios netos de los proyectos seguirán siendo escasos. Si a eso unimos la presión de la cadena de suministros y la volatilidad de los mercados de materiales, junto con el encarecimiento de los costes de la mano de obra, el resultado es la necesidad imperiosa de las industrias de la construcción de optimizar sus costes y eficiencia productiva.
De esta forma, el próximo ejercicio veremos cómo los proyectos de construcción se plantean cada vez más desde ópticas flexibles. Esto permitirá fluctuar, acorde a la evolución del mercado.
“En 2022 veremos como los presupuestos, ofertas y estimaciones de tiempos de ejecución se plantean desde ópticas flexibles”
Innovación en materiales
Por otro lado, hay que tener en cuenta también la innovación en materiales. Somos testigos de la constante aparición de nuevos materiales de alta calidad, que permiten la realización de superestructuras.
La industria de la construcción es una de las principales beneficiadas de los avances del sector de materiales, cada vez con funcionalidades y propiedades mejoradas que maximizan su eficiencia, lo que redunda en una mejora significativa de las construcciones, su seguridad, eficiencia energética y sostenibilidad.
Si a lo anterior añadimos, como apuntábamos, la impresión 3D para la industrialización modular, la metodología BIM y los diversos softwares en construcción, veremos un proceso continuado de incorporación de la tecnología en el proceso constructivo que contribuirá a reducir costes y ganar en eficiencia productiva.
Renovación de edificios: Un nuevo interiorismo
Esta tendencia afecta de forma similar a la edificación residencial y no residencial.
Es decir, veremos cada vez más espacios más flexibles, multifuncionales y luminosos, no solo en las casas que habitamos, sino también en las oficinas donde trabajamos, en las tiendas donde compramos, los centros comerciales o los centros logísticos.
Consecuencia del COVID y los nuevos hábitos sociales que están surgiendo, se está produciendo ya -y lo veremos acentuado en 2022- una tendencia a la remodelación y reforma de los espacios interiores.
Paralelamente, los espacios exteriores como terrazas, patios, balcones… se integran cada vez más con los espacios interiores, configurando un todo habitable donde el confort, el bienestar y la calidad de vida se imponen.
Espacios más flexibles, multifuncionales y amplios
Consecuencia de estas nuevas tendencias, percibimos como la figura del interiorista gana enteros en la etapa de estudio y definición de proyecto. Ingenieros y arquitectos se apoyan cada vez más en este perfil a la hora de abordar un proyecto finalista.
Si este resurgir del interiorismo lo venimos viendo en edificación residencial (sobre todo en grandes reformas de pisos, chalets o adosados), en el próximo ejercicio y siguientes será también habitual en los estudios y proyectos de oficinas, centros comerciales y retail, pues se pone el foco en la experiencia del usuario (empleado o cliente) y en la posibilidad de adaptar el espacio a la necesidad de cada momento.
La revolución que viene en el retail
Con relación a lo anterior, en el retail ya se está viviendo una revolución silenciosa de cambio y evolución en esta dirección.
La hibridación entre mundo físico y virtual convierte al establecimiento comercial no solo en punto de venta, sino también en centro logístico de recogida de mercancía o espacio de prueba de una oferta novedosa de producto que luego comprará en el digital. Está suponiendo un cambio en el concepto de facility services.
Para nosotros, por ejemplo, que somos especialistas en reformas integrales y mantenimiento de retailers, esta línea de actividad no ha dejado de crecer y será una de los ejes de nuestro trabajo del próximo ejercicio.
En este mismo orden de cosas, el próximo ejercicio veremos un movimiento constante de reformas de espacios de oficinas y plantas de producción, adaptándolas a las nuevas necesidades de hibridar el trabajo en oficina y en remoto. Las oficinas tenderán a convertirse en puntos de encuentro y relación.
Construcción sostenible y eficiencia energética, un valor diferencial en alza
Tanto en arquitectura como en ingeniería aplicada a estructuras y construcción la sostenibilidad es el nuevo motor de la innovación.
Podemos decir, incluso, que la gestión sostenible marca la vanguardia de lo que viene. Hay una concienciación social cada día mayor con el respeto al medioambiente, el cambio climático y el impacto en el entorno. Por ello, se empiezan a demandar edificios eficientes, integrados en el medio ambiente y respetuosos con su entorno.
Paralelamente, la UE está impulsando la eficiencia energética y, a través de los Fondos Nest Generation, quiere apoyar todas aquellas iniciativas que permitan disminuir la huella de carbono del parque residencial.
Gestión de residuos y simbiosis industrial
A lo anterior hay que sumar también la demanda social de una mejor gestión de residuos, que vendrá además vinculada a una reglamentación cada día más exigente. Por ello, en GRAUGO, por ejemplo, ya hemos dado unos primeros pasos para implicarnos en proyectos de simbiosis industrial, que serán cada día más frecuentes.
Por otro lado, hay que contemplar también el avance de la industria de materiales en nuevos materiales ecológicos, reutilizables, con menor huella de carbono… que aportan nuevas soluciones a la industria de la construcción.
Finalmente, mencionar también el uso de energías eólica y solar en los edificios e infraestructuras en general. Esto será cada vez más frecuente, marcando nuevos campos de desarrollo y nuevos modelos de negocio vinculados a la construcción.
Edificios y ciudades inteligentes: Domótica, movilidad y “Contech” marcan la construcción que viene
Muy ligado a la tendencia anterior encontramos la línea de crecimiento vinculada a la domótica, la movilidad y las nuevas star-ups de base tecnológica en nuestro sector, las llamadas “Contech”, que intentan dar respuesta con soluciones cada día más complejas y aterrizadas a mercado a los edificios y ciudades inteligentes.
Decimos que está muy ligado a la sostenibilidad porque hay que tener en cuenta que:
Un edificio inteligente puede generar ahorros de un 30% o más en energía y agua, y contribuye hasta un 35% a la disminución de gases de efecto invernadero.
Estamos convencidos de que la tecnología seguirá marcando los cambios en el sector. La carrera digital no ha hecho más que empezar y la transformación conlleva también cambios culturales profundos. La disrupción en los modelos de negocio va a ser constante.
Las ciudades inteligentes aumentan la complejidad de los procesos de construcción
Las smart cities (ciudades inteligentes) están aumentando la complejidad de los procesos de construcción. Por ejemplo, con la incorporación de sensores, conexiones vía wifi en la nube, etc.
Por otra parte, los brazos robotizados, el uso de drones, los scanner de última generación… permiten aumentar la seguridad en obra, la precisión de los diagnósticos y el resultado final de los trabajos.
Y, paralelamente, la Inteligencia Artificial (IA) puede integrar la gestión de la información del edificio, la monitorización a tiempo real para una mejor toma de decisiones y la gestión de los flujos de trabajo. Unida a sistemas BIM las potencialidades son amplias.
En conclusión
Hay una perspectiva optimista respecto al sector y al aumento de la productividad.
Un gran número de países y regiones están impulsando el desarrollo de infraestructuras como estrategia para acelerar la reactivación.
Pero si bien hay oportunidades, también se percibe una gran volatilidad e importantes desafíos. Sin duda, un año en mayúsculas para la gestión y para la colaboración. Los procesos de concentración de empresas seguirán siendo frecuentes.
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